Mejor tú que yo
El individuo muy a gusto consigo mismo y con sus adicciones se rebela contra el pacto que jamás firmó incumpliendo su parte y usufructuando, porque se lo merece, la contraria. Y todo le resbala si él no está afectado de un modo directo y muy pocas cosas alcanzan tal estatus a decir de su miope razón. El individuo se dice apolítico como si en su burbuja nada de esa enfermedad comunitaria pudiese penetrar; se dice asocial como si los demás fuesen un cuerpo huésped que temporalmente usar y formasen un conglomerado sospechoso; se dice amoral porque declina toda responsabilidad al carecer de posibilidades o atributos y por lo tanto verse muy obligado a esto o lo otro sin más... Pero eso sí, sabe quejarse de todo y cada cosa, de las que él no sabría hacer mejor y de las que sí pero no se pone, ni propone, y de todos los que hacen algo, los que lo hacen por interés propio y los que lo hacen por el interés común, en especial si todo demuestra que son más capaces que él, o por eso precisamente.