Apunte para no perder más el tiempo
Filosóficamente lo que está por dilucidar de una vez por todas es si podemos realmente "hacer otra cosa", "ser de otro modo", si podemos cambiar porque en nuestros cerebros perviva, debajo de todo residuo, la posibilidad de hacerlo, una luz, un destello que nos permita "modificarnos". Si está ahí tal cosa, indemne, después de todo, y vamos a ser capaces de extraer de ella lo mejor, la empatía, la cooperación, el rechazo real de la violencia sin paliativos, la armonía con el entorno, la irreductible defensa de la dignidad de cada ser..., habrá un camino y podremos sentarnos a discutir sobre el modo. Pero si eso no es posible de forma natural, si ha perdido fuerza ese resorte, o si ya no es siginficativa su presencia y seguimos comportándonos como meros instrumentos de nuestra ambición, mejor que se lo coman todo y acabemos.