Enfermos
Tropiezo muy a menudo con individuos que se presentan a sí mismos como enfermos. Que hacen ostentación de su dolencia. Úlceras, neuralgias, terribles jaquecas, insolubles e irreversibles alteraciones... Sus debilidades les valen para definirse, sus males congénitos o recientemente adquiridos les confieren individualidad. No es lo que han logrado, lo que son, lo que hacen por los demás, el asiento de su orgullo sino las afecciones que el destino, o la casualidad, les obligan a sufrir... Citan listas de medicamentos, nombran especialistas, rememoran los momentos en que estuvieron al borde de la muerte como un soldado los riesgos del combate. Carecen del mínimo pudor cuando describen los detalles de sus molestias ante un extraño con el que conversan unos instantes. Suelen responder al "¿qué tal?", retórico, con un "mal, etc...". Cuentan todo lo que precisamente un enfermo callaría.