El ruido
Si algún suceso es verdadero tendría necesariamente que poder ser argumentada sin sombra de duda su veracidad. Si algún suceso es falso, nunca sucedido, invención, fantasía, mentira intencionada, debería necesariamente poder ser argumentada su falsedad.
¿Qué clase de mundo es este mundo donde un suceso puede ser ambas cosas al mismo tiempo, donde la opinión suele pasar por verdad, donde se consideran a idéntica altura argumentos que se contradicen, donde decir es lo que cuenta y no qué se dice ni si lo dicho es en efecto verdadero y no simple valoración?
Un mundo de interpretación, subjetivo, en el que todos se puede decir y por lo tanto nada se dice en realidad.
La información desbordada equivale al silencio, un silencio ruidosísimo que terminará por hacernos callar.
El que calla se desvanece.
¿Cuál es el valor de nuestra voz? Nuestra voz es ruido, se suma al ruido: todos hablamos al mismo tiempo y nadie escucha.
El que escucha también se desvanece y nadie soporta ese desvanecimiento.
No basta ser lector, público, oyente, hay que contribuir a la barahúnda.
¿Qué clase de mundo es este mundo donde un suceso puede ser ambas cosas al mismo tiempo, donde la opinión suele pasar por verdad, donde se consideran a idéntica altura argumentos que se contradicen, donde decir es lo que cuenta y no qué se dice ni si lo dicho es en efecto verdadero y no simple valoración?
Un mundo de interpretación, subjetivo, en el que todos se puede decir y por lo tanto nada se dice en realidad.
La información desbordada equivale al silencio, un silencio ruidosísimo que terminará por hacernos callar.
El que calla se desvanece.
¿Cuál es el valor de nuestra voz? Nuestra voz es ruido, se suma al ruido: todos hablamos al mismo tiempo y nadie escucha.
El que escucha también se desvanece y nadie soporta ese desvanecimiento.
No basta ser lector, público, oyente, hay que contribuir a la barahúnda.