Profecía de crioclastia
[Se desmantela el estado del bienestar.]
[El capital no se dispersa, se concentra cada vez más.]
Restan dos grupos de actores en la escena social: unos pocos poderosos con claros y compartidos objetivos, y una muchedumbre de transeúntes sin ellos.
Presentan estos últimos diversos grados de sometimiento: unos claman por la supervivencia, otros fácilmente supervivientes caen esclavos del ansia que se traduce en diferentes modos de infantil adicción.
Pudiera darse el caso de que naciese en ellos alguna especie de consciencia de grupo (al modo de la antigua conciencia de clase), de miseria grupal, y termine por salir a la calle la masa indignada, -pacíficamente claro, guardando las formas por supuesto (somos seres cargados de razón, al fin y al cabo)-, y solicite por favor les sea entregada la cabeza de esos que han ido medrando con su ruina y su idiocia...
Será difícil, dicen los expertos. Pero si ocurre, ni el ejército (algo voluble en estos casos puesto que sus componentes son también masa), ni los medios de comunicación (idem), podrán frenar tan fenomenal e infrecuente corriente y el mundo tendrá que rehacerse desde los cimientos como ya otras veces se hizo.
[El capital no se dispersa, se concentra cada vez más.]
Restan dos grupos de actores en la escena social: unos pocos poderosos con claros y compartidos objetivos, y una muchedumbre de transeúntes sin ellos.
Presentan estos últimos diversos grados de sometimiento: unos claman por la supervivencia, otros fácilmente supervivientes caen esclavos del ansia que se traduce en diferentes modos de infantil adicción.
Pudiera darse el caso de que naciese en ellos alguna especie de consciencia de grupo (al modo de la antigua conciencia de clase), de miseria grupal, y termine por salir a la calle la masa indignada, -pacíficamente claro, guardando las formas por supuesto (somos seres cargados de razón, al fin y al cabo)-, y solicite por favor les sea entregada la cabeza de esos que han ido medrando con su ruina y su idiocia...
Será difícil, dicen los expertos. Pero si ocurre, ni el ejército (algo voluble en estos casos puesto que sus componentes son también masa), ni los medios de comunicación (idem), podrán frenar tan fenomenal e infrecuente corriente y el mundo tendrá que rehacerse desde los cimientos como ya otras veces se hizo.