Tolstói
De Tolstói dice S. Zweig que quien ve con absoluta nitidez el mundo no necesita inventarlo, que quien ve con los sentidos y luego escribe, en sus textos no está el ensueño sino la realidad.
F. se alojó en la residencia del ruso, en el distrito de Krapivna, durante el mes de mayo del año 1867. Fatigaron caminos enlodados, cazaron, entablaron conversaciones en francés que concluían al amanecer...
La controversia era sobre todo filosófica.
Los diálogos fueron transcritos y publicados bajo pseudónimo en San Petersburgo en 1901. La nimiedad del texto y su pobre estilo, arrojó sobre ellos la sombra de la duda: se consideraron apócrifas invenciones de un oportunista y se los tragó el olvido.
Aunque en lo esencial puedan, en efecto, ser ensueño, doy por reales algunos fragmentos:
-Cada vez me parece más absurda la vida que me rodea. Cada vez me hace sufrir más, casi físicamente, la desigualdad, el lujo en que yo y los míos vivimos, en medio de la miseria, que no puedo remediar -dice Lev Nikolàevic.
-Ocurre Lev, que todas las familias dichosas se parece, pero las desgraciadas lo son cada una a su manera -responde F.
Hay quien, corto de talento y escrupuloso con las cronologías que ordenan su realidad, afirma que tal escena nunca ocurrió.
F. se alojó en la residencia del ruso, en el distrito de Krapivna, durante el mes de mayo del año 1867. Fatigaron caminos enlodados, cazaron, entablaron conversaciones en francés que concluían al amanecer...
La controversia era sobre todo filosófica.
Los diálogos fueron transcritos y publicados bajo pseudónimo en San Petersburgo en 1901. La nimiedad del texto y su pobre estilo, arrojó sobre ellos la sombra de la duda: se consideraron apócrifas invenciones de un oportunista y se los tragó el olvido.
Aunque en lo esencial puedan, en efecto, ser ensueño, doy por reales algunos fragmentos:
-Cada vez me parece más absurda la vida que me rodea. Cada vez me hace sufrir más, casi físicamente, la desigualdad, el lujo en que yo y los míos vivimos, en medio de la miseria, que no puedo remediar -dice Lev Nikolàevic.
-Ocurre Lev, que todas las familias dichosas se parece, pero las desgraciadas lo son cada una a su manera -responde F.
Hay quien, corto de talento y escrupuloso con las cronologías que ordenan su realidad, afirma que tal escena nunca ocurrió.