Fiebre
Indicio cierto de mi existencia es la fiebre. Estoy en la temperatura con mayor nitidez que en el verme haciendo o moviéndome de acá para allá, o el oírme pronuciar en voz baja enunciados que creo originados en cerebro ajeno y de los que, por lo tanto, no puedo hacerme responsable, o en el ser capaz de asir un objeto liviano o pesado y transportarlo, o en el golpear sin propósito la superficie impenetrable de esta mesa, una y otra vez, una y otra vez, antes de ponerme a escribir estas líneas, en las que tampoco me veo aparecer por ningún lado, si acaso sólo en las cálidas yemas de los dedos con los que sujeto la pluma.