Ganar la vida
Debo a la intuición los caminos por los que transito. Me ofrece el rumbo y yo pongo los argumentos, procuro colgar cada cosa en su colgante. Admito la parcialidad, es inevitable pero no capaz de emborronar cada conclusión. Algunas son útiles, funcionan y hacen funcionar.
Por ejemplo: la relevancia de la acción y el pensar individual en lo social. Es falaz la imagen del individuo como un ente subsumido en el grupo; es falaz la idea de que el grupo es un sistema que funciona sin consideración, a pesar de, al margen de sus elementos. El individuo tiene espacio para actuar e ineludible responsabilidad de actuación, según sus intereses e ideas. El hombre es agente de cambio, cada uno de nosotros lo es.
Llamemos a esto "ganarse la vida": el individuo piensa y concluye, se organiza, colabora, llega a acuerdos, fuerza pacíficamente los barrotes, convive y ayuda a construir un ámbito para todos... Esto puede echarse fácilmente abajo: menuda utopía, algo de deporte, un virus, un peligro grande, la cosa está mal, métete en tus asuntos, plan de necesidades urgentes: aquello sin lo que no podrías vivir y por lo tanto tienes que tener cueste lo que cueste aunque no valga nada...
Hay potencial en el hombre, pero no en este hombre necio contemporáneo, ciego, interesadamente memo, que no se responsabiliza, que se deja llevar, que no es nadie y somos todos, hedonista obsesivo que añora a Epicuro, que en lugar de afrontar se esconde detrás de fármacos y excusas, inicuo e inocuo... Podría culpar al sistema y a las circunstancias pero lo culpo a él, a cada uno de nosotros, porque no somos neutros ni odres vacíos que llenar.
Por ejemplo: la relevancia de la acción y el pensar individual en lo social. Es falaz la imagen del individuo como un ente subsumido en el grupo; es falaz la idea de que el grupo es un sistema que funciona sin consideración, a pesar de, al margen de sus elementos. El individuo tiene espacio para actuar e ineludible responsabilidad de actuación, según sus intereses e ideas. El hombre es agente de cambio, cada uno de nosotros lo es.
Llamemos a esto "ganarse la vida": el individuo piensa y concluye, se organiza, colabora, llega a acuerdos, fuerza pacíficamente los barrotes, convive y ayuda a construir un ámbito para todos... Esto puede echarse fácilmente abajo: menuda utopía, algo de deporte, un virus, un peligro grande, la cosa está mal, métete en tus asuntos, plan de necesidades urgentes: aquello sin lo que no podrías vivir y por lo tanto tienes que tener cueste lo que cueste aunque no valga nada...
Hay potencial en el hombre, pero no en este hombre necio contemporáneo, ciego, interesadamente memo, que no se responsabiliza, que se deja llevar, que no es nadie y somos todos, hedonista obsesivo que añora a Epicuro, que en lugar de afrontar se esconde detrás de fármacos y excusas, inicuo e inocuo... Podría culpar al sistema y a las circunstancias pero lo culpo a él, a cada uno de nosotros, porque no somos neutros ni odres vacíos que llenar.