Año nuevo de F.
F. celebra el año nuevo como se celebran los lunes, los rotos en las camisas, el dolor de oídos. Madruga el día primero de año y sale a las calles de París por ejemplo. Pasea bajo los puentes del Sena ligero, molestando a las palomas que corretean delante de él antes de irrumpir en un vuelo corto y raso más propio de perdiz o gallina. Pisa charcos y arena en los parques. Hay hielo sobre los bancos de piedra, los de madera están húmedos. Un barco sube el río, no se ve un alma sobre cubierta. Suenan motores y sirenas arriba, en el suelo de la ciudad, lejos de los corredores del río. Nada es suficiente, nada falta. En el año nuevo de F. ninguna cosa está por estrenar.